domingo, 6 de diciembre de 2009

Pequeño pero matón....

José García.- Desde pequeño Claudio Javier lópez (17 de julio de 1974; Río Tercero, Córdoba, Argentina) era un apasionado del deporte. El baloncesto y el fútbol ocupaban todo su tiempo. Aunque comenzó en las canchas, pronto se dio cuenta de que el balón le daría más alegrías y se decantó por el fútbol. Le apodaron el 'piojo' porque cuando era un niño era muy pequeño de estatura y prefería jugar con chicos mayores que él, que le llamaban cariñosamente el 'piojo'.
Con 14 años ingresó en el Independiente de Río Tercero argentino. Huracán de Córdoba, Club Estudiantes de La Plata y Universitario de Córdoba fueron algunos de los clubes en los que jugó antes de recalar en el Racing Club de Avellaneda, el que se hizo grande. Debutó el 20 de septiembre de 1992 en la Primera división argentina. Claudio, que vistió la camiseta de Racing durante 4 años, coincidió en este club argentino con Maradona. Aunque la etapa del actual seleccionador nacional de Argentina en el Racing duró poco. Se hizo cargo del equipo en enero de 1995 y se marchó sólo 4 meses.

Comienzo duro en el Valencia
En 1996 el 'Piojo' buscó nuevos retos y decidió emigrar a Europa. El club elegido: el Valencia. En 7 de septiembre de 1996 debuta con el club valencianista. El comienzo no fue nada fácil para él. Al lento proceso de adaptación a la Liga que suelen padecer algunos jugadores sudamericanos, se le unió el hecho de encontrarse con jugadores de destacada calidad en la delantera 'ché' como el brasileño Romario y su compatriota El Burrito Ortega.




Todo cambió para Claudio con el cambio de técnico. El Valencia despidió a Valdano en septiembre de 1997 y su lugar en el banquillo lo ocupó el italiano Ranieri. Entonces el estilo de juego del Valencia se basó en la velocidad del 'Piojo' López y en una rígida defensa. El argentino fue ocupando con sus goles el enorme hueco que había dejado en la afición 'ché' Pedja Mijatovic tras su marcha al Real Madrid. El piojo se convirtió en la figura del valencianismo.


Copa del Rey y Supercopa de España
Comandados por el sargento Ranieri, el Piojo López junto a jugadores como David Albelda, Farinós, Angloma, Carboni, Santiago Cañizares, Djukic, Angulo, Juanfran o Gaizka Mendieta, escribieron una de las épocas más doradas del Valencia. En la temporada 1998-1999 los 'ché' se alzaron como campeones de la Copa del Rey 20 años después, tras vencer en la final al Atlético de Madrid (0-3) con dos tantos del argentino. Consiguieron también su clasificación para la siguiente edición de la Liga de Campeones.








La temporada 1999-2000 comenzó tal como había finalizado la anterior, con un título. Esta vez se trataba de la Supercopa de España y su víctima no fue otro que el Barcelona, uno de los rivales preferidos del argentino. A los azulgranas les endosó la friolera de 12 goles en 15 partidos. En esta campaña el Valencia firmó una actuación espectacular en la 'Champions' y fue apartando rivales hasta plantarse en la final. Pero su falta de experiencia ante un doctorado en estas lides como es el Real Madrid les despertó de aquel sueño europeo. Los blancos vencieron por un rotundo 3-0 y sumaron su octava Copa de Europa.


Se marcha al 'Calcio'
En verano de 2000 el Piojo puso fin a su etapa valencianista y se marchó al Lazio italiano. Los 'tifosi' lo esperaban con gran expectación. Sus goles no tardaron en llegar. El Lazio se alzó con la Supercopa italiana al vencer al Inter por 4-3 con dos goles del 'Piojo' en uno de sus primeros partidos con la camiseta blanquiazul. Coincidió en el equipo italiano con otros ilustres argentinos como Hernán Crespo, Simeone, o Verón, pero una grave lesión hizo que su época en el Calcio no fuera tan exitosa como en la Liga.
En 2003 se especuló con la posible vuelta de López al Valencia, pero nunca llegó a producirse. En 2004 abandonó el Lazio para marcharse al América de México. Tres años después se despidió de las 'águilas' del América para volver a la liga argentina, al club que le vio nacer, el Racing de Avellaneda.

"Este delantero zurdo destacó por su extraordinaria velocidad y su gran efectividad, además de por su regate y potente disparo que le llevaron a convertirse en un auténtico ídolo para Mestalla."


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