viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Qué fue de ... Zlatko Zahovic ?


Este pedazo de crack esloveno hizo tan sólo una cosa correctamente en su único año vistiendo la elástica blanquinegra, y no fue sino aceptar marcharse al Benfica en un intercambio entre ambos clubes por el cual Carlos Marchena recalaría en la capital del Turia. Por lo demás, siempre será recordado por su inoperancia en la final de la Champions del año 2001 al verse solo contra Oliver Kahn allá por la segunda parte del encuentro, y por su estelar fallo ante el temperamental meta teutón en el tercer lanzamiento de la tanda de penaltis. Vamos, que el crack de hoy fue el duodécimo jugador del Bayern, y se merece una estatua en la ciudad de Múnich, por su alta contribución al coronamiento del conjunto bárbaro. Ésto no deja de ser curioso debido a que este fuera de serie entró al campo en el minuto 66 sustituyendo al peleón Juan Sánchez, y en apenas 54 minutos (24 hasta el final del tiempo reglamentario más los 30 de prórroga) se encargó de aportar al equipo capitaneado por Stefan Effenberg el empuje que necesitaba para dejar llorando a toda una afición representada en el mítico guardameta Santiago Cañizares.

El señor Zeta Zeta llegaría al club de Mestalla por la espeluznante friolera de 3.000 millones de las antiguas pesetas (18 millones de euros) en la era de Pedro Cortés como presidente de la entidad. Llegaba avalado por una meteórica carrera en la liga portuguesa, en la cual se alzó con su FC Oporto como campeón de tres ligas, dos supercopas y una copa lusa. Del Porto pasó al Olympiakos y rebotado por desavenencias con el entrenador del equipo heleno nos lo tuvimos que tragar durante toda una temporada, con su vítola de jugador de presunta depuradísima técnica galáctica pero con más cara que Asier del Horno y Vicente Rodríguez juntos, que ya es decir.

También hay que destacar su importante papel como "el tuerto en el país de los ciegos" al convertirse en el mejor jugador de la selección eslovena en su historia. No es por restar méritos a este futbolista, pero ser el mejor de un equipo como quien dice pleno de cuasi cojos, semi tullidos y pseudoparapléjicos no es que sea motivo suficiente como para justificar tamaña inversión. Por supuesto, fue portada de la versión eslovena del videjuego Fifa, toda una joya este muchacho.

Parece que fue entonces cuando se forjó en la entidad valencianista la tradición de adquirir pifias futbolísticas al austero precio de 18 millones, hasta hace escasos días oficiosamente la tarifa plana ché.

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