martes, 10 de noviembre de 2009

Crónica de la remontada blanca tan esperada

JOSÉ GARCÍA (ENVIADO ESPECIAL)


¿Qué les voy a decir mis queridos lectores? ¿Qué les voy a contar de lo que se avecina? Todos, y cuando digo todos, me refiero a toda la población española, estará pendiente hoy a las 20 horas de lo que será, a priori, la remontada épica por parte del equipo merengue.


Desde el mismísimo Presidente hasta el utillero formarán parte del esperado partido. Un encuentro, donde se verán las caras dos equipos muy distintos. David contra Goliat, el portaviones viquingo contra el colibrí de Alcorcón se enfrentarán hoy en un duelo a muerte súbita por la clasificación en el fortín de Chamartín.


Un encuentro que pasará a los anales de la historia por estar servido en bandeja de oro, pero con el condimento frío, ya que durante el transcurso del primer partido de la ida de la Copa del Rey se vieron dos caras totalmente distintas. Una, la de la victoria por parte del conjunto de Alcorcón, y otra, la de la desolada derrota por parte del conjunto merengue que hoy intentará hacer de nuevo historia remontando a un equipo que le plantó cara, y además mucha, al que viene a ser el mejor equipo de fútbol del siglo XXI.


El Real Madrid Club de Fútbol dispondrá de sus máximos efectivos con el fin de apuntillar este encuentro. Todos a excepción de su gran estrella portuguesa. O'Rey de Funchal, conocido así por sus más allegados, Cristiano Ronaldo o CR9, para el resto de mortales, permanecerá ausente debido a los problemas de tobillo que arrastra desde el último partido con la selección lusa, donde cayó lesionado.


Para ello, el entrenador Pellegrini optará por una alineación totalmente ofensiva, ya que se juega el todo por el nada, vivir o morir....pero recordemos que si se muere será ofreciendo una buena imagen, un juego digno de un buen club y ante todo señorío y mucha clase.

2 comentarios:

  1. Buena imagen, señorío y mucha clase. Lo sigues manteniendo tras el partido o que? Adiós al triplete Madrid!!! jajaja Enhorabuena Alcorcón!

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