lunes, 18 de enero de 2010

El Valencia bombardea al submarino



Banega se sacaba un seco disparo que se estampaba de lleno contra las mallas de Diego López. Corría el minuto 6, y el Valencia ya estaba por delante en el marcador. ¿El Villarreal? Todavía no se había bajado del autobús. Y se podría decir que no lo llegó a hacer en todo el choque. Hasta su único tanto procedió de un regalo de Navidad del conjunto de Emery, cortesía de Alexis y César.

Puede que tuviera algo que ver en esta inoperancia amarilla la expulsión del central Kiko, en la jugada del más que dudoso penalti a Villa, que supuso, además, el 2-0. No obstante, el Valencia fue mejor durante los 90 minutos y mereció la victoria. Pudo ser más abultada, pero el 4-1 final es un premio más que apetitoso para una escuadra ché que ya se encuentra a tres puntos del Real Madrid y aleja a siete puntos de la quinta posición, ocupada por el Deportivo.

Un Silva en plan estelar se mostró omnipresente en una segunda parte en la que metió el tercero para el Valencia; opositó sin éxito para el cuarto al ponerla en el larguero tras rechace de Diego López, además de anotar un gol anulado por fuera de juego, y asistió a Villa para el cuarto, el de verdad, el que no fue derogado por el linier.

La escuadra grogueta creó peligro más a partir de la parsimonia y la apatía de la defensa valencianista, de reminiscencias riazorianas, que en base a su buen juego e ideas en ataque.

Gran partido de Albelda, inconmensurable en sus labores de contención e incluso animado para unirse al ataque. Comenzó en la medular junto a Banega, y acabó el partido acompañándole Marchena, tras los pitidos de la soberana grada en la sustitución del argentino por el sevillano.

Gran Valencia el de anoche, que encadena por primera vez en la temporada dos victorias consecutivas en su feuda y se confirma como la gran alternativa a la "liga de dos".


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